El día de la inauguración, Monica Weiss y Sonia Esplugas, felices con razón, munidas de sus carpetitas decoradas ad hoc.
En el stand de la muestra, Gustavo Roldán (padre) charla con Eleonora Arroyo.
La muestra encuentra a su público.
Algunas vitrinas: Matías Trillo y Valeria Cis...
Eleonora Arroyo...
Fotos a las obras de Docampo y Leicia...
Vitrinas de Elenio Pico y Christian Montenegro.
¡Mónica Weiss, Irene Singer e Istvansch, a punto de cortar la cinta de inauguración, al fin pueden relajar un poco! Fueron los que se encargaron de organizar la exhibición durante más de un año, y Mónica diseñó la arquitectura de la muestra.
Sonia Esplugas con su bello acento catalán, y Mónica Gutiérrez con su intuición femenina para los idiomas extranjeros, vendieron catálogos a lo pavote.
Clima idílico para negocios editoriales: en el living del stand, Elenio Pico, Cristian Turdera y Diego Bianki muestran sus proyectos.
Una de las dos bibliotecas con libros donados por los ilustradores, abierta al público (al segundo día quedaban menos de la mitad de los ejemplares, pero alguien dijo que robar un libro nunca es crimen...)
Mis amigos del FCE hacen bandera en el stand de México..
¡¡¡Ilustradores por todas partes!!!! Mostrándose los trabajos unos a otros, cargando valijas y carpetas, llenando de dibujos y posters el hall de entrada. Una fiesta.
Con Eleonora, genial ilustradora que viene pisando fuerte.
El jurado de la muestra internacional dio una charla explicando algunos de sus criterios de selección.
Con el artista plástico mexicano Manuel Marín, un tipazo.
Piet Gobler, maravilloso ilustrador sudafricano a quien conocí en Bratislava en el 99, y Jorge Luján, mi compañero poeta en los libros. Ellos hicieron los libros "Accidente celeste" y "¡Oh, los colores!" juntos.
El atardecer en la muestra...
¡Con la vaca a todas partes! Pero nunca atada, para que vuele adonde quiera. Y nos lleve.
Daniel Roldán, Eleonora, Mónica Gutiérrez, O´kif, Istvasch, Gatto, Mónica W, Irene, Sonia, Rafa y yo, esperando los merecidos tortellini, linguini y ravioli, en la cena despedida.Broche final de oro y de pasta a la bolognesa para un viaje que superó todas las expectativas, y del que me honra haber sido parte.
¡Por más viajes y libros apasionados!
Más fotos en mi flickr: http://www.flickr.com/photos/isolisol
en el set BOLOGNA 08.
